martes, 11 de diciembre de 2007

LIBRO PAUL M. S WEEZY. "TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA"

PAUL M. SWEEZY. TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA.
(LIBRO)


CAPÍTULO I.

La sociedad es un número de individuos entre los cuales existen ciertas relaciones precisas y estables. La forma y el carácter de estas relaciones dan forma a la sociedad.

La economía política está aceptada como una ciencia social, cuya materia se obtiene del campo de la producción y la distribución de mercancías y servicios que la gente necesita y desea. Por ello la economía política estudia las relaciones entre producción y distribución: en que consisten, como cambian, cual es su lugar en el conjunto de las relaciones sociales...

¿ Cual es la opinión de los economistas respecto a este punto? ¿Creen que la economía política es una ciencia social que trata en primer término las relaciones entre las gentes? Para aclarar esto Sweezy se vale de la obra “Naturaleza y significación de la ciencia económica” (Robbins), que es un compendio de opiniones de economicistas modernos.

Robbins dice que la definición de economía más común entre los economistas es aquella que la relaciona con el estudio de las causas del bienestar material.

Robbins no rechaza que la economía política sea una ciencia social, pero le disgusta. De ahí la definición de economía política “ la economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios limitados que tienen diversa aplicación”.
No se considera al sistema económico desde la perspectiva de la relación entre hombres y hombres (lo que serían relaciones sociales), sino entre hombres y cosas.
Esto no quiere decir que los economistas no tienen ningún interés en las relaciones sociales de producción, de hecho muchas de las investigaciones tienen un carácter manifiestamente social.

Lo que viene a decir Sweezy es que las relaciones sociales solo entran incidentalmente en la teoría económica, ya que en realidad el sistema conceptual está formado para prescindir de los juegos de las relaciones sociales. Entran incidentalmente porque son el plano de aplicación de las teorías económicas.
De aquí que el elemento social en la economía haya sido explicado siempre ad hoc y sabiendo que solamente se trata del campo de aplicación específicamente.

Sweezy pasa a analizar el término salario, al que dice se le ha dado un papel esencial en las teorías económicas modernas.
El término salario en lenguaje común significa “ cantidades de dinero pagadas a intervalos cortos, por un patrono a sus obreros asalariados”.

La teoría económica ha forjado su propia definición del término: el producto, ya se exprese en valor o en términos físicos, que es imputable a la actividad humana empeñada en un proceso productivo en general”.
Como vemos esta definición obvia cualquier forma histórica particular de la sociedad y sus relaciones de producción. Esto es un buen ejemplo de cómo la teoría económica extrae el elixir social del lenguaje corriente, tendiendo así a eludir las relaciones sociales concernientes a los problemas económicos.

Por estos motivos entrelazados entre si se ponen de relieve las deficiencias de la economía política como ciencia social ( se considera secundario el ámbito de las relaciones sociales y se prescinde del contenido social en el lenguaje económico).
El método de Marx

Karl Marx da otra visión de cómo comprender los problemas económicos. Sus principales contribuciones a la economía política son de carácter metodológico.

1. El uso de la abstracción. Marx era partidario del método abstracto – deductivo. “Para el análisis de las formas económicas no sirven ni microscopios ni fórmulas reactivas, solo cabe la abstracción”.
Marx hace uso de las aproximaciones sucesivas, avanzar de lo más abstracto a lo más concreto eliminando las suposiciones simplificantes para que la teoría explique cada vez una esfera más basta de conocimientos. La abstracción tiene como fin poner de relieve lo esencial y hacer posible su análisis.
El propósito de la abstracción en la ciencia social no es alejarse de la realidad, es aislar ciertos aspectos para someterlos a una investigación intensiva.

La abstracción tiene un problema en su uso: ¿qué ha de abstraerse? Para saberlo necesitamos poseer las respuestas a estas preguntas:
- ¿ Que problema se examina? Esta pregunta pone en relieve que los economistas no siempre han estado de acuerdo en sus objetivos, pues cada autor pretende un objetivo diferente con sus estudios. Esto implica que cada uno hace abstracción de aspectos que no son relevantes a su objetivo, mientras que el estudio de otro puede estar precisamente centrado en el elemento abstraído por otros. El objetivo de Marx es “poner al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad moderna”, lo que es radicalmente opuesto al de las escuelas no marxistas.
- ¿Cuáles son los elementos esenciales del problema? Para saber cuales son los aspectos esenciales se precisa la formulación de hipótesis acerca de lo que es esencial, profundizar en ellas y comprobar las conclusiones con los datos de la experiencia.
Marx dejó claro en sus escritos que su preocupación esencial era la sociedad en su conjunto, especialmente el cambio social. Cuando saco la conclusión de que la clave del cambio social estaba e los movimientos del modo de producción se dedicó a el estudio de la economía política.
Marx tomó los conflictos históricos hasta sus raíces en el modo de producción y descubrió los conflictos de clase. Afirmó que “ la historia de todas las sociedades que han existido hasta aquí es la historia de las luchas de clase” y que “ las relaciones económicas esenciales son aquellas que están debajo y se expresan en conflictos de clase”. Estas dos hipótesis son las que deben de ser aisladas y analizadas por el método de la abstracción.


2. El carácter histórico del pensamiento de Marx. Para Marx la realidad social es el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado. Este proceso de cambio no es mecánico, es fruto de la acción humana (limitada en las raíces de la sociedad en que vive). Por lo tanto “los hombres no hacen la historia a su gusto, sino en circunstancias ya existentes y trasmitidas del pasado”. Esto le da el carácter de histórica.


CAPÍTULO II. EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO.

La tarea de la economía política no solo es cuantitativa sino también cualitativa. El economista debe dirigir su atención al carácter de las relaciones sociales subyacentes de la producción de mercancías.
Marx acepta en su teoría del desarrollo capitalista estos dos elementos: el problema del valor cualitativo y el problema del valor cuantitativo.


· VALOR DE USO.


Según Marx, toda mercancía tiene un doble aspecto, el de valor de uso y el de valor de cambio. El valor de uso explica cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido. Marx excluía el valor de uso (también denominado utilidad) porque no da cuerpo directamente a una relación social. En la teoría política moderna el valor de uso o utilidad ocupa una posición central.

Que Marx dejase de desarrollar una teoría subjetiva del valor (conscientemente) no significa que el valor de uso no deba jugar ningún papel en la economía política. El valor de uso o utilidad es un prerrequisito del consumo.


· VALOR DE CAMBIO.


Poseyendo valor de cambio las mercancías muestran su característica única. La calidad de las mercancías determina que los productos tengan valor de cambio. El valor de cambio aparece como una relación cuantitativa entre las mercancías mismas.

La relación cuantitativa entre cosas que llamamos valor de cambio es, en realidad, solo una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías o entre los productores mismos. En otras palabras, el cambio de mercancías es un cambio de los productos del trabajo de productores individuales, por tanto, su trabajo tiene un carácter social implícito en el acto de cambio. Las mercancías son productos del trabajo humano en una sociedad basada en la división del trabajo, en la que los productores trabajan privada e independientemente.

Para Marx, una mercancía es una valor de uso u objeto de utilidad y, además, es un valor. Como valor de uso, la mercancía es un rasgo social universal. Como valor, una mercancía es un rasgo de una forma histórica específica de una sociedad que se distingue por dos características principales:

- La división del trabajo desarrollada.

- La producción privada.

Es esta afirmación la que llevó a Marx a identificar el trabajo como la sustancia del valor.


· TRABAJO Y VALOR.


Para Marx, el trabajo era el valor que yacía oculto detrás del valor de cambio. El trabajo también tiene dos características:

- Trabajo como valor de uso.

- Trabajo como valor de la mercancía que produce.

A la mercancía como valor de uso corresponde el trabajo como trabajo útil. Sin embargo, sería incorrecto suponer que el trabajo útil es la única fuente del valor de uso, la naturaleza coopera tanto activa como pasivamente en el proceso de producción de valor de uso.

La actividad productiva es el gasto de fuerza humana de trabajo. El valor de una mercancía representa trabajo humano abstracto, es decir, el gasto de trabajo humano general.

Todo trabajo es gasto de fuerza humana de trabajo. Tal trabajo crea y forma los valores de las mercancías. Por otra parte, todo trabajo es el gasto de fuerza humana de trabajo en una forma especial y con un fin preciso y, en este su carácter de trabajo útil concreto produce valores de uso.


· TRABAJO ABSTRACTO.


El trabajo abstracto es equivalente a trabajo en general, es lo común a toda actividad humana productiva.

La reducción de todo trabajo a un común denominador, de modo que las unidades de trabajo puedan ser compartidas entre sí y sustituidas una por otra, sumadas y restadas, y finalmente agrupadas para formar un conjunto social, no es una abstracción arbitraria.

La sociedad capitalista se caracteriza por un grado de movilidad del trabajo mucho mayor que el que prevalecía en cualquier forma anterior de la sociedad. No solo cambian de puesto los trabajadores con relativa frecuencia, sin embargo, lo más importante es el volumen total de la fuerza de trabajo social y su nivel general de desarrollo. De ellos dependen las potencialidades productivas de la sociedad, ya sea que se manifiesten en la producción de artículos de consumo o en la producción de implementos de guerra.

Según Marx, la diferencia hacia la clase particular de trabajo se debe a una forma de sociedad en la que los individuos pasan fácilmente de una clase de trabajo a otra.


· LA RELACIÓN DE LO CUANTITATIVO CON LO CUALITATIVO EN LA TEORÍA DEL VALOR.


El trabajo abstracto es la sustancia del valor. Una mercancía parece a primera vista simplemente un artículo útil que ha sido producido por un trabajador privado y aislado del resto de la sociedad. Sin embargo, la mercancía en cuestión tiene en común con el resto de mercancías el hecho de absorber una parte del total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad.

Desde un punto de vista formal parece que la teoría del valor cuantitativo solo concierne en descubrir las leyes que rigen las proporciones relativas en que las mercancías se cambian unas por otras. Para Marx, el valor de cambio es tan solo la forma fenomenal bajo la cual se oculta el valor mismo.

El hecho de que una mercancía sea un valor significa que es trabajo abstracto materializado, o en otras palabras, que ha absorbido una parte del total de la actividad productora de riqueza de la sociedad.

La tarea central de la teoría del valor cuantitativo surge de esta definición del valor como magnitud. Estudia las leyes que gobiernan la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes esferas de la producción en una sociedad de productores de mercancías.


· EL CARÁCTER FETICHISTA DE LAS MERCANCÍAS.


En la producción de mercancías la relación básica entre los hombres adopta, según Marx, la fantástica forma de una relación entre las cosas. Esta materialización de las relaciones sociales es el corazón y la médula de la doctrina del fetichismo: como regla general, los artículos de utilidad se convierten en mercancías solo porque son productos de individuos privados. La suma total del trabajo de todos estos individuos privados forma el trabajo conjunto de la sociedad. Al ser independientes, el producto del trabajo solo aparece en el cambio de mercancías. Es decir, el trabajo del individuo se afirma como parte del trabajo de la sociedad solo a través del cambio de mercancías.

Se produce, por tanto, una impersonalización de las relaciones productivas. En Europa Occidental la impersonalización de las relaciones productivas es llevada a su punto más alto de desarrollo. El productor individual trata con su prójimo solo a través del mercado. Este es un estado de la sociedad en que el proceso de la producción tiene dominio sobre el hombre en lugar de ser controlado por él, y en que, por consiguiente, el carácter real de las relaciones entre los productores mismos es deformado y oscurecido.

Una vez que el mundo de las mercancías se ha independizado y ha sometido a los productores a su dominio, estos últimos empiezan a mirarlo como la naturaleza misma. Por ello, el orden social se convierte en una segunda naturaleza.

La aplicación de las ideas y los métodos de la ciencia natural a la sociedad es uno de los rasgos más notables del periodo capitalista. La mano invisible y el laissez faire como política económica (Adam Smith) indica la profunda creencia en el carácter impersonal y automático del orden económico.

La materialización de las relaciones sociales ha ejercido una profunda influencia en el pensamiento económico tradicional en dos sentidos:

- Las categorías de la economía política (valor, renta, salario, interés, etc) han sido consideradas como si fueran las inevitables categorías de la vida económica en general. El hecho de que la economía política moderna haya seguido con firmeza esta línea de conducta es la mejor prueba de su subordinación al fetichismo inherente a la producción de mercancías.

- La atribución de poder independiente de las cosas no es en ninguna parte más clara que en la división tradicional de los factores de producción en tierra, trabajo y capital, de cada uno de los cuales se piensa que produce un ingreso a sus propietarios.

Es evidente que la forma de producción de mercancías constituye el velo más eficaz posible para ocultar el verdadero carácter de clase de la sociedad capitalista. Como propietarios de mercancías, todos ellos están en un plano de igualdad perfecta y sus relaciones se producen entre seres humanos libres e iguales. El obrero, sin embargo, enajena su fuerza de trabajo, la cual permanece opuesta a él como cualquier mercancía a su propietario.

El desarrollo de la producción de mercancías bajo las condiciones del capitalismo exhibe una intensa racionalización de sus procesos parciales y, a su vez, una creciente irracionalidad del funcionamiento del sistema como un todo. El capitalismo es un sistema social que tiene dominio sobre el hombre lo educa hasta un punto en que es capaz de controlar su propio destino. Al mismo tiempo, le impide advertir los medios de ejercer el poder que a está a su alcance y, desvía de más en más sus energías por cauces puramente destructivos.


CAPÍTULO III. EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO.


1. EL PRIMER PASO.


En toda sociedad, desde la más primitiva a la más avanzada, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad. Lo que cambia en el curso de la historia es el modo de organizar y llevar a cabo estas actividades de producción y distribución.

El valor de cambio es así un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva en una sociedad productora de mercancías. Descubrir la naturaleza de estas leyes en términos cuantitativos es la tarea de la teoría del valor cuantitativo.

Las mercancías se cambian unas por otras en el mercado en ciertas proporciones precisas.

Marx supone que existe una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo o que las mercancías cuya producción requiere un tiempo igual se cambian sobre la base de uno por uno.

- En la determinación del valor no debe tomarse en cuenta más trabajo que el socialmente necesario. El tiempo de trabajo socialmente necesario es el que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de la producción y con el grado medio de habilidad e intensidad comunes en un momento dado. El concepto de trabajo socialmente necesario no tiene nada que ver con el valor de uso o utilidad.

- El trabajo más calificado que el trabajo medio o simple debe tener, correlativamente una mayor capacidad de producir valor. La relación entre los dos tipos de trabajo es teóricamente susceptible de medición independiente de los valores de mercado de sus productos. O bien el trabajador calificado es más proficiente por una habilidad natural superior, o bien el trabajador calificado es más proficiente por su entrenamiento superior.


2. EL PAPEL DE LA COMPETENCIA.


En una sociedad de producción simple de mercancías, la oferta y la demanda estarán equilibradas solo cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla. A la inversa, se establecerán precios proporcionales a los tiempos de trabajo solo en caso de que las fuerzas competidoras de la oferta y la demanda puedan trabajar libremente. Por lo tanto, la teoría de la determinación de los precios por la oferta y la demanda concurrentes, no solo no contradice la teoría basada en el trabajo, sino que más bien forma parte integrante de ella. En el momento que oferta y demanda se equilibran mutuamente y, por lo mismo, cesan de actuar, el precio de mercado de una mercancía coincide con su valor real.


3. EL PAPEL DE LA DEMANDA.


Si se desea conocer tanto la proporción del cambio como la distribución del trabajo, es necesario contar con 2 clases de información:

- La información sobre el costo relativo en trabajo de lo producido.

- La información sobre la intensidad relativa de la demanda de un producto y otro.

Dadas estas dos informaciones se puede conocer el equilibrio económico general de la sociedad. Marx reconoció el papel que juega la demanda en determinar la asignación del trabajo social. Sin embargo, la demanda efectiva (en el capitalismo) es solo parcialmente una cuestión relativa a las necesidades de los consumidores. Más importante es la distribución del ingreso que es reflejo de las relaciones de producción, o lo que Marx llama la estructura de clase de la sociedad.

La demanda del mercado está dominada por la distribución del ingreso. Por ello, los problemas del valor deben ser abordados por la vías de las relaciones de producción, más que por las evaluaciones subjetivas de los consumidores.

Marx pensaba que las necesidades de los consumidores entran en la categoría de elementos reactivos de la vida social. Son un reflejo del desarrollo técnico y organizacional de la sociedad. No es la conciencia de los hombres la que determina su existencia, sino que, por el contrario, su existencia social determina su conciencia.


4. LEY DEL VALOR VS PRINCIPIO DE PLANEACIÓN.


La ley del valor resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías y regula:

- Las proporciones del cambio de mercancías.

- La cantidad producida de cada una.

- La asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.

La condición básica par la existencia de una ley del valor es una sociedad de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos. La ley del valor es esencialmente una teoría de equilibro general desarrollada en primer término con referencia a la producción simple de mercancías y adaptada después al capitalismo. Una de las principales funciones de la ley del valor es la de aclarar que una sociedad productora de mercancías existe el orden.

Cuando la asignación de la actividad productiva es sometida a un control consciente, la ley del valor pierde su pertinencia y el principio de planeación (el principio de previsión la sustituye).
5. EL VALOR Y EL PRECIO DE PRODUCCIÓN.


El precio es tan solo la expresión monetaria del valor. Los precios de producción son modificaciones de los valores. Los precios de producción se derivan de los valores de acuerdo con ciertas reglas generales.


6. EL PRECIO DE MONOPOLIO.


Es un precio determinado por el precio de producción general y por el valor del producto. El control de la oferta permite al monopolista aprovecharse de las condiciones de la demanda. El precio y la cantidad producida son diferentes de lo que serían en un régimen de competencia.

Las relaciones de valor cualitativo son perturbadas por el monopolio, las relaciones de valor de cuantitativo no. La existencia del monopolio en sí misma no altera las relaciones sociales básicas de la producción de mercancías. La organización de la producción a través del cambio privado de los productos individuales del trabajo.
CAPÍTULO IV. PLUSVALÍA Y CAPITALISMO


Un alto grado de desarrollo de la producción de mercancías es un prerrequisito necesario para la aparición del capitalismo.

El capitalismo

Tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo son mercancías; unos y otros son objetos de cambio y como lo dijo Marx, la compra y venta de la fuerza del trabajo es la differentia specifica del capitalismo. El dinero es el principio y el fin; se empieza con las mercancías, las convierte en dinero y de ahí, a su vez en más mercancías (M-D-M). El capitalista solo tiene que desembolsar dinero a cambio de fuerzas de trabajo y medios de producción, si con esta forma puede conseguir una mayor cantidad de dinero. El incremento del dinero, la diferencia entre D´ Y D, es lo que Marx llama plusvalía .

El origen de la plusvalía

El origen de la plusvalía exige analizar el valor de la mercancía fuerza de trabajo, no queriendo decir con ello que el trabajo mismo sea una mercancía; el trabajo es el uso de la fuerza de trabajo exactamente como, empleando la analogía de Marx, la digestión es el uso del poder de digestión. La fuerza de trabajo es le trabajador en si mismo, la fuerza de trabajo es una mercancía, debe tener un valor y este valor de la fuerza de trabajo se determina por el tiempo de trabajo necesario para la producción…reducido al valor de una cantidad mas o menos precisa de mercancías ordinarias.

Pasaremos a comenzar el análisis de la plusvalía. El capitalista, llega al mercado con dinero y al final tiene más dinero que cuando empezó. En algún punto del proceso se ha creado mas valor o plusvalía de manera que el valor que los materiales tienen al comienzo es transferido a los productos al final ya que los materiales y la maquinaria se puede decir que son físicamente productivos por ello la fuente de trabajo es la fuente de la plusvalía.

El capitalista compra la fuerza de trabajo en su valor; paga al obrero como salario una suma correspondiente al valor de los medios de subsistencia del obrero. Con su trabajo de un día éste produce más que los medios de subsistencia de un día. En consecuencia, la jornada de trabajo pude dividirse en trabajo necesario y trabajo excedente. El trabajo necesario va a poder del obrero en forma de salario mientras que el capitalista se propia del trabajo excedente en la forma de plusvalía.
Lo especifico del capitalismo es la forma en que asume esta explotación; la producción de plusvalía.

Los componentes del valor: c+v+p= valor total

I. Capital constante; representa el valor de la maquinaria y de los materiales usados, no sufre alteración del valor en su proceso de producción.
II. Capital variable; restituye el valor de la fuerza de trabajo y sufre una cierta alteración en su valor ya que reproduce el equivalente de su propio valor y lo produce además de contar con un excedente, la plusvalía.
III. Plusvalía misma

El valor total equivale a las entradas brutas por ventas, el capital constante al desembolso en materiales mas depreciación, el capital variable al desembolso en sueldos y salarios, y la plusvalía al ingreso disponible para su distribución como interés y dividendos o para su reinmersión en su negocio. La teoría del valor de Marx tiene estrecha relación con las categorías reales de contabilidad de la empresa capitalista de negocios. También se extiende hasta incluir toda la economía; el ingreso nacional.

4. La tasa de la plusvalía

La formula c+v+p constituye la espina dorsal analítica de la teoría económica de Marx. La primera de estas proposiciones lleva el nombre de tasa de plusvalía; proporción de la plusvalía con respecto al capital variable, y se designa con un a “p”. p/v= p´= tasa de plusvalía.

La tasa de plusvalía es la forma capitalista de lo que Marx llama la tasa de explotación , la proporción de trabajo excedente con respecto al trabajo necesario. En cualquier sociedad en que una clase explotadora se apropie el producto del trabajo excedente, tendremos una tasa de explotación h/h= 100%. Bajo el capitalismo el producto del trabajo asume la forma de valor $/$= 100%.

La magnitud de la tasa de la plusvalía es directamente determinada por tres factores: la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y la productividad del trabajo.

La composición orgánica del capital

La segunda proporción que se deriva de la fórmula c+v+p es una medida de la relación del capital constante con el capital variable, en el capital total usado en la producción, Marx llama a esta relación la composición orgánica del capital.

La composición orgánica del capital es una medida de la amplitud en que el trabajo es provisto de materiales, instrumentos y maquinaria en el proceso productivo aunque los factores que están sujetos a varias influencias causales.

La tasa de la ganancia

Para el capitalista la proporción crucial es la tasa de la ganancia generalmente por un período dado sobre su inversión total; la proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total de capital p/ c+ v= tasa de ganancia. Los factores que determinan la tasa de ganancia son idénticos a los factores que determinan la tasa de plusvalía y la composición orgánica del capital.

Recordando que la afirmación de igualdad en las tasas de la plusvalía y en las tasas de ganancia la basamos en tendencias reales existentes en la producción capitalista, tendencias que nacen de la fuerza de la competencia.


CAPÍTULO V. LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA

I. La Reproducción Simple

Quesnay, líder de los Fisiócratas y su famoso tableau économique ( 1758). Marx fue grandemente influido por él y en su forma mas elemental lo llamaba “Reproducción Simple”; se refiere a un sistema capitalista que conserva indefinidamente las mismas dimensiones y las mismas proporciones entre sus diversas partes. Para que se cumplan estas condiciones es necesario que los capitalistas repongan cada año el capital gastado y empleen toda su plusvalía en el consumo; y que los obreros gasten todo su salario en el consumo.

C sub2 = v sub1 + p sub1 esto es la Reproducción Simple; el valor del capital constante usado en la rama de artículos de consumo debe ser igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y capitalistas dedicados a producir medios de producción. Si se satisface esta condición, la escala de producción no cambia de un año al siguiente.

II. Las raíces de la acumulación

Es inevitable la conclusión de que reproducción simple implica que el capitalista en su interés en ampliar el capital convirtiendo una parte de su plusvalía en capital adicional. El capitalista como decía Marx, comparte con el avaro la pasión de la riqueza como tal. Marx explicaba que “….el desarrollo de la producción capitalista hace necesario aumentar constantemente la cantidad de capital desembolsado en una empresa industrial dada, y la competencia hace que cada capitalista individual sienta las leyes inmanentes de la producción capitalista como leyes extensas coercitivas”

Los capitalistas quieren a la vez acumular y consumir. “Todos queremos aumentar nuestros goces o poder. El consumo aumenta nuestros goces, la acumulación nuestro poder y ambos promueven igualmente la demanda”.

III. La acumulación y el valor de la fuerza de trabajo; planteamiento del problema

Marx nos habla de la Reproducción Ampliada mostrando la interrelación de las ofertas y las demandas cuando la acumulación es tomada en cuenta, cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía, sino que esta se divide en tres partes; una que consumen los capitalistas, otra que se agrega al capital constante y una tercera que se suma al capital variable.

La acumulación implica un aumento de la demanda de fuerza de trabajo. Ahora bien, cuando aumenta la demanda de una mercancía cualquiera, su precio sube asimismo; y esto lleva consigo una desviación del precio respecto del valor.

La teoría cuantitativa del valor y la ganancia, de Ricardo, es muy semejante a la de Marx. Dice Ricardo que el trabajo, como todas las demás cosas que se compran y se venden y que pueden aumentar o disminuir en cantidad, tiene su precio natural y de mercado. El precio natural del trabajo es el precio necesario para que los trabajadores, uno con otro, puedan subsistir y perpetuar su raza, sin aumento ni disminución. El mecanismo necesario para asegurar el que los salarios permanezcan más o menos al nivel convencional de subsistencia, reside en una teoría de la población, la cual es parte integrante de la estructura teórica de la economía política clásica.

IV. La solución de Marx: el ejército de reserva del trabajo

Marx estaba completamente seguro de la elevación de salarios no puede nunca alcanzar el punto en que amenazarse al sistema mismo… ¿que es lo que detiene a los salarios, de tal modo que la plusvalía y la acumulación puedan seguir siendo los rasgos característicos y esenciales de la producción capitalista?

La solución de Marx a este problema gira alrededor de su famoso concepto del “ejercito de reserva del trabajo” o como también lo llamo “población excedente relativa”. El ejército de reserva consiste de obreros desocupados que, mediante competencia activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante, hacia abajo, en el nivel del salario. La población excedente relativa es el pivote sobre el cual opera la ley de la demanda y oferta de trabajo.

El ejército de reserva se recluta principalmente entre aquellos que han sido desplazados por la maquinaria. Marx consideraba la introducción de maquinaria para economizar trabajo como una respuesta más o menos directa de los capitalistas a la tendencia ascendente de los salarios. En lo que concierne a los capitalistas individuales, cada cual da por supuesto el nivel de los salarios y procura obtener las mayores ventajas posibles. En términos del movimiento del capital social total, la mecanización significa un alza en la composición orgánica del capital, un aumento en los gastos de los capitalistas en maquinaria y materiales, expensas del trabajo.

EL PROCESO INDUSTRIAL ( ESQUEMA DEL LIBRO )
Empleo Industrial. Esta es alimentada de una parte por la corriente de nuevos trabajadores que consiguen puestos por la primera vez en la industria capitalista(A), y de la otra, por los desocupados del ejército de reserva que se incorporan a la industria (D). Abandonan el
Empleo industrial, primero, los trabajadores retirados que han concluido su carrera productiva (F), y segundo, aquellos que son desplazados de la industria(C). Pasando al ejército de reserva. Además se incluyen dos corrientes mas, los nuevos trabajadores que no logrando encontrar empleo, se incorporan de inmediato al ejercito de reserva( B); y aquellos que después de un periodo de desocupación, abandonan la búsqueda de puestos y se agregan a la corriente de trabajadores retirados ( E).

En la teoría de Marx, sin embargo, el sistema de producción incluye tanto el Empleo Industrial como el Ejército de Reserva.

V. La naturaleza del proceso capitalista

La economía política clásica se inclino siempre a predecir el fin inminente del progreso económico. La acumulación estimula indirectamente el desarrollo de la población; el aumento del número de habitantes obliga a recurrir a tierras inferiores; las cosas necesarias para la vida solo pueden producirse a un costo creciente en términos de horas- hombres. Esto implica un alza en el valor del trabajo y, en consecuencia, de los salarios como una producción del producto total; y también un descenso de la ganancia como una proporción del producto total.

Finalmente, la acumulación por los capitalistas cesara del todo cuando sus ganancias sean tan bajas que no representen para ellos una compensación adecuada por las molestias y los riesgos que afrontan empleando su capital en forma productiva.
Capítulo VI : LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA



La formulación de la ley por Marx.

El avance del proceso de acumulación capitalista permite la mecanización de los medios de producción. Ello tiene dos significados: primero, la productividad del trabajo aumenta; segundo, la composición orgánica del capital que, lo recordamos, es el cociente entre capital constante y capital variable, aumenta también.
Partiendo de esto presupuestos y suponiendo que la tasa de plusvalía es constante, Marx emite la regla que existe una relación una relación decreciente entre tasa de ganancia y composición orgánica del capital, según la ecuación siguiente:

g = p’(1-o), donde g es la tasa de ganancia, p’ es la tasa de plusvalía, y o
es la composición orgánica del capital.

Entonces, cuanto más avanza la mecanización y la productividad, menor es la tasa de ganancia.
Sin embargo, esta ley más que una regla absoluta, imprime una tendencia que se ve influida por una serie de causas contrarrestantes

Las causas contrarrestantes

Estas causas se clasifican según los dos tipos de efectos que producen en la ecuación: anulación o reducción del aumento de la composición orgánica, o modificación de la tasa de ganancia.
a) Abaratamiento de los elementos del capital constante
En condiciones de uso intensivo de maquinaría, la masa del capital constante aumenta más rápido que su valor que se va desgastando. Ello corrige, o limita, el aumento de la composición orgánica del capital.

b) Aumento de la intensidad de explotación
Ello se produce cuando se alarga la jornada de trabajo o que se intensifica el trabajo, generando un aumento de la plusvalía.

c) Depresión de los salarios más abajo de su valor
Esto sería una manera para los capitalistas de aumentar la plusvalía, con la reserva de que la capacidad de influencia de los empresarios sobre los salarios es limita por los mecanismos ed mercado.

d) Sobrepoblación relativa
Como se mencionó en el capítulo anterior, la mecanización conduce a la formación de un excedente de mano de obra – el ejército de reserva – que tiende a hacer bajar los salarios. La baja de salarios en este supuesto como en ele anterior permite aumentar la tasa de ganancia.

e) Comercio exterior
La compra de materias primas más baratas en el mercado internacional tiene el doble efecto de abaratar el valor del capital constante y de aumentar la plusvalía.

Una crítica de la ley

En primer lugar, la crítica se centra sobre el supuesto de una tasa de plusvalía constante. El autor subraya que, con un aumento de la productividad y un mantenimiento de la tasa de ganancia, el superávit creado se debería beneficiar a los trabajadores, con un aumento de los salarios reales, lo cual no es cierto en la práctica. Por otra parte, el exceso de mano de obra teniendo una influencia negativa en el aumento de los salarios, es difícil imaginar que los beneficios generados por la alta productividad no se repercuten sobre la plusvalía.
Existen entonces condiciones que derogan la ley de la tasa de ganancia decreciente.
En segundo lugar, el autor acabo poniendo en tela de juicio los razonamientos que toman la composición orgánica del capital como punto de partida para deducir la trayectoria de la tasa de ganancia. Esta última está sometida a una cadena de factores complejos que se interrelacionan. A las causas contrarrestantes enunciadas por Marx, se añaden otras fuerzas:
- Los sindicatos, que intervienen favorablemente a los trabajadores en las fluctuaciones salariales.
- La acción estatal a favor de los trabajadores (por la regulación del Derecho laboral por ejemplo)
- Las organizaciones patronales, en defensa de los derechos empresariales.
- La exportación de capital, propia al sistema económico contemporáneo y que permite expulsar la presión sobre el mercado laboral interior
- La formación de monopolios, si estos pueden mejorar las condiciones de producción y competitividad.
- La acción del Estado a favor del capital (políticas proteccionistas).


Capítulo VIII: LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS

Las crisis son inherentes al sistema capitalista. Ya en los escritos de Marx se denotan su aspecto cíclico y complejo – como vinculadas a la economía real – aunque no las describe de forma sistemática. Para tener una perspectiva más general sobre el fenómeno de las crisis hace faltas recurrir a los escritos marxistas posteriores.

La producción simple de mercancías y las crisis

La producción simple de mercancías se identifica a una etapa previa al capitalismo en la cual se desarrollan los primeros intercambios monetarios como resultado de la especialización de la economía y del aumento de la productividad. Estos están esquematizados por la relación M-D-M, en la cual M representa las mercancías y D el Dinero.
¿En qué medida se pueden dar crisis en este tipo de sistema económico?
Las crisis, en nuestro contexto, resultan de la interrupción en el proceso de circulación de mercancías físicas o de dinero. Esto podría ocurrir en caso de acontecimientos imprevisibles (guerras, catástrofes naturales…) o en caso de atesoramiento del dinero – lo cual, siendo un proceso gradual, no podría generar una ruptura brutal en el ciclo de intercambios. Excluidos estos dos supuestos, se concluye que las crisis son poco probables en las economías de producción simple de mercancías, ya que, orientadas hacia el consumo, heredan de su carácter fluido y continuo.




La Ley de Say

El economista francés Say afirmaba que “una venta sigue invariablemente una compra por igual cantidad”. Lo dispuesto en el párrafo anterior acierta esta regla. Pero, este modelo no se puede aplicar al modo de producción capitalista.

El capitalismo y las crisis

El esquema de intercambio M-D-M de las economías de producción simple de mercancías se modifica en condiciones de producción capitalista: se dan entre los capitalistas intercambios de tipo D-M-D’, donde D’ es la cantidad de dinero obtenida tras el intercambio, ésta siendo, en caso de operación fructuosa superior a D: la diferencia entre D’ y D representa la ganancia. Al margen de ello permanece para el proletariado procesos del tipo M-D-M, donde el primer término representa la fuerza de trabajo y el último los bienes de consumo de las familias.
Observamos entonces una inversión de propósitos entre los dos tipos de intercambios. D-M-D’ tiene por objetivo la acumulación de valor de cambio y la máxima ganancia D’-D, mientras que M-D-M busca la maximización del valor de uso.
Ahora bien, ¿cómo se originan crisis en el sistema capitalista?
Primero, la circulación se puede alterar si la ganancia desaparece o se vuelve negativa, ello teniendo por consecuencia una retirada de los capitales del sistema de intercambios hasta que ellos vuelvan a ser rentables.
Segundo, si la ganancia, aun siendo positiva está inferior al umbral llamado tasa usual de ganancia que los capitalistas consideran como el límite de rendimiento del intercambio. En este supuesto, las operaciones se ralentizan y desestabilizan el sistema.

Los teóricos posteriores a Marx vinieron añadir unas precisiones a estas afirmaciones. Dentro de la clase capitalista, distinguen entre los poseedores de capital y los empresarios. Así se introduce el concepto de intercambio financiero cuya ganancia se halla en el tipo de interés y responde a la misma lógica de búsqueda de máximo beneficio que los demás intercambios.

Los dos tipos de crisis

Las causas de las crisis residen en los factores que influyen en la tasa de ganancia.
Ello puede ocurrir en dos supuestos distintos.
Primero, las mercancías se venden y compran a su precio de equilibrio, e interviene una bajada de la tasa de ganancia como consecuencia ruptura en el sistema por una de las razones anteriormente evocadas.
Segundo, ocurre surproducción y el consiguiente descenso del precio mercado acaban con el precio de equilibrio. Entonces disminuye la tasa de ganancia.
En los dos casos la tasa de ganancia es la clave de bóveda de la crisis y ello se explica por la naturaleza del sistema capitalista orientado hacia el constante proceso de acumulación.

LECTURA Nº 7. CAPITALISMO Y GLOBALIZACIÓN

"TEORIA DEL DESARROLLO CAPITALISTA"

El Método de Marx
La sociedad es un número de individuos entre los cuales existen ciertas relaciones precisas y más o menos estables. La forma de la sociedad es determinada por el carácter y forma de estas relaciones. Las ciencias sociales abarcan todas aquellas ramas del conocimiento que tienen por fin el estudio y la comprensión de estas relaciones y de sus cambios en el curso del tiempo. Conviene recordar también que las cosas más evidentes son a menudo las más importantes.EL profesor Robbins no llega precisamente hasta afirmar que la economía política no es una ciencia social, pero le disgusta evidentemente la opinión de que lo es.El sistema económico no es considerado principalmente en términos de relaciones entre hombres y hombres (relaciones sociales) sino en términos de relaciones entre hombres y cosas. Es perfectamente cierto que aplicando o utilizando el aparato conceptual de la teoría económica, se tropieza inevitablemente con las relaciones sociales y es preciso ponerlas a discusión. La construcción de este aparato conceptual está proyectada para superar cualquier juego particular de relaciones sociales. En consecuencia, estas últimas entran en el cuadro y en el plano de la aplicación.Examinando el concepto particular de salario, la teoría económica ha vaciado su contenido social y ha definido la palabra como el producto, ya se exprese en valor o en términos físicos, que es imputable a la actividad humana empeñada en un proceso productivo en general. El “salario” se convierte en una categoría universal de vida económica, en vez de una categoría adecuada a una forma histórica particular de la sociedad. Así, el profesor Robbins declara que las relaciones de cambio son un incidente técnico…subsidiario del hecho fundamental de la escasez. Adoptando el punto de vista que se acaba de establecer, es extraordinariamente difícil evitar deslizarse al hábito de considerar el salario de productividad como, en cierto sentido, el salario razonable, es decir, el ingreso que el obrero percibiría bajo un orden económico equitativo y justo. Se critica por inferencia el sistema económico actual en la medida en que no llega a adaptarse a un patrón hecho de conceptos que carecen totalmente de contenido social.El punto está ya bastante claro. En cada caso los conceptos se toman del lenguaje corriente, se les extrae el contenido social y las categorías universales que resultan se aplican indistintamente a toda clase de sistemas económicos. Se considera entonces que estos sistemas difieren unos de otros mayormente en cuestiones de forma, no esenciales en lo que concierne al economista.Parece obvio que en esta forma el economista elude una exploración sistemática de aquellas relaciones sociales tan universalmente consideradas como concernientes a os problemas económicos, que están hondamente encajadas en el lenguaje cotidiano del mundo de los negocios. E>L punto de vista básico adoptado por la economía política moderna la inhabilita para la tarea más vasta de arrojar luz sobre el papel del elemento económico en el complejo conjunto de relaciones entre hombre y hombre, que forman lo que llamamos sociedad. Hemos decidido abandonar el terreno de la doctrina aceptada, esto es , la economía política, convencidos de que hay razones de inconformidad con ella, y explorar otra forma de emprender el estudio de los problemas económicos, a saber, la asociada al nombre de Kart Marx.
El uso de la abstracción
Marx aceptaba y practicaba lo que los teóricos modernos han llamado el método de las ”aproximaciones sucesivas”, que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más concreto, eliminando suposiciones simplificantes en las etapas sucesivas de la investigación, de modo que la teoría pueda tomar en cuenta y explicar una esfera cada vez más vasta de fenómenos reales.El principio de la abstracción es por sí mismo incapaz de rendir conocimiento. Debe uno decidir en alguna forma de qué hacer abstracción y de qué no hacerla. No hay dos investigadores que manejen sus materiales, incluyendo la manera de usar el arma de la abstracción, exactamente igual. Aun después de que la tarea del investigador ha sido terminada, sin embargo, sigue careciendo de una fórmula soberana que lo guíe. Poner de relieve lo esencial y hacer posible su análisis: ésta es la tarea específica de la abstracción. En la práctica se precisa formular la hipótesis acerca de lo que es esencial, profundizar en estas hipótesis y comprobar las conclusiones con lo datos de la experiencia.En la producción social que realizan los hombres entran en determinadas relaciones, que son independientes de su voluntad; estas relaciones de producción corresponden a una etapa determinada de desarrollo de las fuerzas materiales de producción. LA suma total de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad. No es la conciencia de los hombres la que determina su existencia, sino que, por el contrario, su existencia social determina su conciencia. LA principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, y muy especialmente el proceso del cambio social. La Economía Política es importante porque es en su esfera donde el ímpetu del cambio social ha de encontrarse. Marx siguió los conflictos históricos decisivos hasta sus raíces en el modo de producción, descubriendo que eran lo que él llamó conflictos de clases. De aquí se sigue que las relaciones económicas esenciales son aquellas que están debajo y se expresan en la forma de conflictos sociales. Éstos son los elementos esenciales que han de aislarse y analizar por el método de abstracción. Pero inclusive esta hipótesis podría conducir a procedimientos divergentes.LA sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan: burguesía y proletariado. Esta relación debe ser el centro de la investigación. El poder de abstracción ha de ser utilizado para aislarla. La adopción de esta actitud requiere un procedimiento que implica por lo menos dos pasos totalmente distintos. El primero, hay que suponer todas las relaciones sociales provisionalmente alejadas, para reintroducirlas, una por una, en una etapa ulterior del análisis. El segundo, la relación capital- trabajo misma debe reducirse a su forma o formas más importantes. La índole de esta relación capital- trabajo es en su forma, una relación de cambio .Su estudio debe comenzar por un análisis general del cambio.. De este modo llegamos al verdadero punto de partida de la Economía Política.Por otro lado, “una mercancía” es todo lo que habitualmente se destina al cambio más que al uso directo. El análisis de las mercancías, por consiguiente, implica el análisis de la relación de cambio en su aspecto cuantitativo.El propósito legítimo de la abstracción en la ciencia social no es nunca alejarse del mundo real, sino más bien aislar ciertos aspectos de éste para fines de una investigación intensiva. Por consiguiente, cuando decimos estar operando en un alto nivel de abstracción queremos decir que consideramos un número reducido de aspectos de la realidad.Gran número de las críticas hechas a la Economía Política de Marx están basadas, consciente o inconscientemente, en el rechazo a suposiciones con que trabaja. En cada caso, hay que hacer tres preguntas que siguen relativas a las abstracciones que dan lugar a la crítica: 1) ¿están hechas con la debida consideración del problema que se estudia?, 2) ¿eliminan los elementos no esenciales del problema? 3) ¿se abstienen de eliminar los elementos esenciales?. Si estas tres preguntas son afirmativas, podemos decir que se ha observado el principio de la abstracción apropiada.
El carácter histórico del pensamiento de Marx
Para Marx, la realidad social es el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado. En otras palabras, la realidad social es un proceso histórico que, en principio, no conoce finalidad ni estaciones de parada. EL proceso del cambio social, sin embargo, no es puramente mecánico, es más bien el producto de la acción humana. La sociedad cambia, y ala vez, puede ser cambiada. La aceptación consecuente de este punto de vista conduce a una actitud histórica ante la realidad social.El pensamiento no marxista comprende el carácter transitorio de todos los sistemas sociales anteriores, en tanto que esta facultad crítica falla cuando se trata del orden capitalista. Para el típico pensador moderno, como decía Marx, “ha habido historia, peor ya no la hay”. Los marxistas, por otra parte, interpretan consecuentemente los hechos contemporáneos en un contexto histórico. Mundial. La diferencia no es, evidentemente, una cuestión de inteligencia, es una cuestión de método y criterio.